domingo, 7 de agosto de 2011

Sinfonía "Júpiter" de Mozart, por Böhm


La última sinfonía de Wolfgang Amadeus Mozart, la número 41 en do mayor, fue compuesta en 1788, junto con la número 39 en mi bemol mayor y la número 40 en sol menor. Estas tres magníficas partituras forman el más grande legado sinfónico del compositor salzburgués, mostrando su arte en el grado más elevado. Sorprende, además, el espacio de tiempo en que fueron creadas: de Junio a Agosto de 1788; caso único en la historia de la música, pues nunca más un músico compuso obras de este talante en tan corto espacio de tiempo.

La Sinfonía en do mayor, además de su belleza, carácter brillante y con muestras del mejor lirismo mozartiano (reflejo de sus óperas), muestra una importante innovación formal en su movimiento final, con cuatro temas que se suceden en una escritura contrapuntística que construyen uno de los pasajes más acabados de todo el clasicismo.

Esta grandeza en la obra hizo que mereciera el sobrenombre de "Júpiter", al parecer dado por el empresario Johann Peter Salomon, pues la majestuosidad y brillantez de la última sinfonía mozartiana sin duda son dignos de tal apelativo.

Les dejo una muestra de una interpretación digna de la grandeza de la obra: Karl Böhm al frente de la Orquesta Filarmónica de Viena.

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Parte 1
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